Son aquellas que se refieren a sistemas y tecnologías que utilizan la información y la automatización para gestionar eficientemente el consumo y la generación de energía. Estas soluciones están diseñadas para optimizar el uso de energía, reducir el desperdicio y, en última instancia, ahorrar dinero y recursos. Algunos ejemplos de soluciones de energía inteligente incluyen:
• Medidores inteligentes: Son dispositivos que registran y transmiten información sobre el consumo de energía en tiempo real. Permiten a los usuarios monitorear su consumo y ajustar sus hábitos para reducir el uso excesivo de energía. Esto puede ayudar a ahorrar dinero al identificar y corregir problemas de consumo.
• Sistemas de gestión energética: Estos sistemas utilizan algoritmos y sensores para controlar y optimizar el consumo de energía en edificios comerciales e industriales. Pueden ajustar la iluminación, la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado (HVAC) de acuerdo con la demanda real y las condiciones ambientales, lo que conlleva ahorros significativos en energía y costos.
• Almacenamiento de energía inteligente: Las soluciones de almacenamiento de energía, como las baterías las cuales permiten almacenar energía con el fin de que se pueda disponer de ella en horas nocturnas, en dias de nublados. Esto puede ayudar a reducir costes al evitar picos de consumo y aprovechar el uso de la energía solar en horarios de poca radiación..
• Iluminación LED y sensores de movimiento: La iluminación LED es más eficiente en términos energéticos que las bombillas tradicionales, y cuando se combina con sensores de movimiento, se enciende solo cuando se detecta actividad en una habitación y se apaga cuando no se necesita, lo que reduce el consumo de energía.
• Sistemas de energía solar y eólica: La generación de energía a partir de fuentes renovables, como paneles solares y aerogeneradores, es una solución inteligente que puede ayudar a ahorrar energía y dinero a largo plazo, ya que reduce la dependencia de fuentes de energía costosas y no renovables.
• Vehículos eléctricos y carga inteligente: Los vehículos eléctricos (VE) son una forma de reducir el consumo de combustibles fósiles. La infraestructura de carga inteligente permite cargar los VE durante las horas de menor demanda eléctrica, lo que puede resultar en un menor coste por kilovatio-hora.
• Redes eléctricas inteligentes (smart grids): Utilizan tecnología de comunicación avanzada para equilibrar la oferta y la demanda de energía en tiempo real. Esto puede evitar apagones, reducir pérdidas de energía y permitir la integración de energía renovable de manera más eficiente.
• Sistemas de administración de energía en el hogar: Dispositivos como termostatos inteligentes, enchufes y electrodomésticos conectados permiten a los usuarios controlar y programar el uso de energía en sus hogares, lo que puede resultar en ahorros sustanciales en la factura de electricidad.
Estas soluciones inteligentes de energía pueden ahorrar energía y dinero de diversas maneras, como reduciendo el consumo innecesario, aprovechando tarifas eléctricas económicas, optimizando la generación y el almacenamiento de energía, y mejorando la eficiencia de los sistemas energéticos en general. Además, contribuyen a la reducción de la huella de carbono al disminuir la demanda de fuentes de energía no renovables, lo que beneficia tanto a los individuos como al medio ambiente.