La aerotermia utiliza un evaporador, un condensador, un compresor y una válvula de expansión para transferir calor entre el aire y un líquido refrigerante. El refrigerante absorbe calor del aire, se comprime para aumentar su temperatura y luego libera ese calor, calentando o enfriando según se necesite.
El proceso puede invertirse para proporcionar tanto calefacción como refrigeración.
La aerotermia en la actualidad posee numerosas ventajas frente a su predecesor de gas entre las que se incluyen:
- Mayor rendimiento y eficiencia.
- Hace uso de una fuente de energía renovable, reduciendo las emisiones de CO² y otros gases nocivos que son emitidos por las calderas de gas.
- Tras la inversión inicial, ahorrará gastos en la factura eléctrica, además de ser una instalación relevante durante todos los meses del año.
- Es una instalación segura y fiable, sin procedimientos complejos.
- En la actualidad, existen subvenciones para este tipo de instalaciones
Respecto a las barreras de la aerotermia actual, existen las siguientes:
- Requiere de un espacio amplio exterior (cada vez menor gracias a los avances tecnológicos).
- El coste de sustitución de piezas es mayor, compensando por el menor coste operativo.