Los puntos de recarga en casa funcionan instalando un cargador (wallbox) conectado a la red eléctrica. Solo hay que enchufar el coche, y el cargador gestiona la potencia para evitar sobrecargas. La carga se detiene automáticamente al completarse y se puede programar para aprovechar tarifas eléctricas más bajas.
Las ventajas de los puntos de recarga para vehículos eléctricos incluyen comodidad al poder cargar en casa o en otros lugares, ahorro económico al aprovechar tarifas eléctricas reducidas, reducción de emisiones al usar electricidad renovable, carga rápida para menor tiempo de espera, y la posibilidad de controlar y programar la carga según necesidades y horarios.
El Plan MOVES III del Gobierno de España ofrece ayudas de hasta 9.000 euros para comprar vehículos eléctricos y para instalar puntos de recarga, con incentivos adicionales si se achatarra un vehículo antiguo. Incluye también deducciones fiscales y busca fomentar la movilidad sostenible hasta 2025.